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10 errores que no querés cometer en tu próximo emprendimiento

Como mentores en libertad financiera, nuestro trabajo es enseñarte a ganar en el juego del dinero. No queremos que se te vaya la vida trabajando para sobrevivir el fin de mes; queremos que aprendas a poner el dinero a trabajar para vos y para la vida de tus sueños. 

Como inversionistas y empresarios, hemos visto que la forma más rápida de crear y multiplicar el capital es por medio del emprendimiento o de la participación en negocios exitosos.  

¿Qué es un negocio exitoso? 

Para efectos de este ejercicio, lo vamos a definir muy sencillo: 

Un negocio exitoso es aquel que genera las utilidades suficientes para financiar su propio crecimiento y repartir beneficios a sus accionistas.  

Los accionistas que saben de finanzas personales utilizan parte de los beneficios y dividendos que reciben, para asegurar el logro de sus propios objetivos, como por ejemplo, el retiro anticipado. 

emprendimiento

Aunque no es un camino fácil ni libre de riesgos, crear una startup, o invertir en una empresa prometedora, son dos opciones interesantes -y emocionantes- para alcanzar tus metas. 

No cometas estos errores típicos

Si estás pensando en emprender, o en invertir en alguna empresa prometedora, hoy te vamos a hablar de 10 errores típicos que debes evitar, para aumentar tus probabilidades de éxito. 

  1. Manejar el dinero del negocio como una caja chica personal 

(aka: pasar la plata de bolsa)

El flujo de caja de un negocio es vital. Todo ingreso que factura el negocio, debe utilizarse para cubrir las obligaciones del negocio, de acuerdo a un presupuesto. Muchos emprendedores cometen el error de confundir dinero del negocio, con sus necesidades personales. Esta práctica muchas veces acaba con negocios que podrían ser exitosos.  

Si los socios deciden recibir dinero del negocio, lo recomendable es elegir una vía adecuada, transparente y ordenada para hacerlo, que esté incluida como parte de un presupuesto. Por ejemplo, si los socios trabajan o generan un servicio para la empresa, entonces deben de recibir su remuneración, como cualquier otro colaborador o proveedor (según el esquema).  Si la participación de los socios se da solamente a nivel de junta directiva, hay empresas que definen una retribución económica por la participación en las sesiones.  Si el socio no participa de la operación, puede recibir remuneración por medio de dividendos, de manera formal y de acuerdo a una política de accionistas clara.

  1. Pretender ganar más de lo que el negocio genera 

(aka: ahorcar a la gallina de los huevos de oro)

Cada negocio, por bueno que sea, tiene límites para lo que puede generar de beneficios a sus accionistas en un período determinado.  Muchos negocios que podrían ser exitosos, no crecen, o peor aún, fracasan, porque se les extrae más dinero que el que tienen la capacidad de generar. 

Por ejemplo, si un día los socios deciden cambiar su carro y cargar las cuotas del préstamo a un negocio que aún no puede soportar ese compromiso, inevitablemente, llevará al negocio a comenzar a incumplir con sus obligaciones, y por lo tanto, a perder su valor, hasta el punto de fracasar. 

  1. Tener toda la inversión en una sola empresa 

(aka: poner todos los huevos en la misma canasta)

Tan peligroso es pretender que toda la familia viva a costa de un negocio, como pretender que un negocio concentre todo el riesgo y recursos de la familia.  Todos los negocios e inversiones tienen un riesgo, por eso, debemos diversificar. 

Los emprendimientos generalmente llevan una cuota emocional muy grande, esto hace que el emprendedor, además de poner todo su corazón, no tenga reparo en arriesgar todos los recursos que tiene, en su proyecto. Por ejemplo, si hace falta comprar un camión, aunque el negocio no lo pueda asumir, el emprendedor vende su propio auto, y compra el camión, con la esperanza de que  el negocio, “algún día se lo pague”. 

  1. El negocio no trabaja con un presupuesto 

(aka: manejar el negocio a ciegas)

Cada negocio que quiera ser exitoso debe tener claro el nivel de ingresos que debe generar para sostenerse, el nivel de ingreso que debe generar para crecer, y el nivel de ingreso que debe generar para ganar en grande. Para esto, el presupuesto debe responder a la pregunta de cómo se distribuyen todos los gastos, compras, compromisos e inversiones. El trabajo de presupuesto, cuanto más detallado, es mejor.  Un emprendedor que sabe adónde quiere llegar, tiene claro cómo destinar los ingresos para fines específicos, por ejemplo:

V% para Gastos Trimestrales: Anticipo de renta

W% para Gastos Anuales: Aguinaldos, licencias, bonificaciones, marchamos.

X% para capacitaciones: 2 veces al año se toman los diferentes programas, talleres o cursos que nos permiten continuar siendo los mejores en nuestra rama o conocer las nuevas tendencias y hacia dónde se dirige el mercado en otras latitudes.

Y% para mobiliario y equipo: Cada 36 meses se cambian todas las computadoras de la empresa

Z% para Gastos Mensuales: Alquileres, servicios públicos, servicios profesionales,  planilla donde debe existir un salario para los dueños que son parte activa de la empresa.

  1. El dueño no tiene un sueldo, sino que gana de acuerdo a lo que el flujo del negocio le permite 

(aka: el capitán del barco come de último)

Es muy común ver emprendedores que luego de un buen mes para la empresa, ganan como si fueran el CEO de una transnacional, y en un mes malo,  no pueden cubrir sus gastos básicos. 

Lo correcto para la billetera del emprendedor, y para la salud del negocio, es que el emprendedor tenga un salario fijo y acorde con la realidad del negocio. 

La certeza de recibir un monto mensual fijo, le genera a la empresa la posibilidad de presupuestarlo, y al emprendedor, una enorme oportunidad para distribuir intencionalmente sus ingresos.  Incluso en casos donde la empresa aún no genera mucho dinero, y el monto que pueda pagar de manera fija esté lejos de ser el soñado, el emprendedor aún tiene la posibilidad de ponerlo a trabajar en función de sus sueños, metas y ambiciones.  A eso le llamamos crear un sistema de distribución intencional de los ingresos. 

Un buen sistema de distribución intencional de los ingresos, tiene frascos con cantidades o porcentajes fijos para categorías como las siguientes:

-Libertad Financiera

-Donación

-Educación

-Jugar

-Gastos Mensuales

-Gastos Anuales

-Ahorros Largo Plazo para: carro, casa, viajes, boda, luna de miel, Rolex, etc, etc.

  1. El dueño no diversifica en sus inversiones personales 

(aka: manejar bien las finanzas del negocio, pero tener desordenadas las finanzas personales)

Asumiendo que el dueño no utiliza el negocio como una pulpería, y que tiene un esquema ordenado de retribución, aún hay una cadena de errores típicos en el uso del dinero que el emprendedor puede evitar en el plano de sus finanzas personales. 

Si vemos la empresa como una forma de inversión, el dinero recibido de esa inversión, debería usarse en crear o consolidar un capital propio y nuevas fuentes de ingreso pasivo. Así, conforme el negocio crece,  el capital personal crece, y se reduce poco a poco la dependencia financiera en el negocio.  

  1. No se analizan las finanzas del negocio con el detalle necesario

(aka: si el negocio gana dinero no hace falta revisar los costos)

Si no ha medido hasta el último centavo su estructura financiera, es probable que el emprendedor no esté seguro de cuáles actividades de su negocio dejan pérdidas o ganancias, de si genera rentabilidad o simplemente flujo de caja. 

En nuestra experiencia, los errores más garrafales que vemos en emprendedores es no conocer cuánto es el costo real de su operación, comenzando por el propio valor de la hora de su propio trabajo. 

Un negocio que aún mal manejado genera dinero, podría ser una mina de oro con una administración adecuada de sus finanzas. Igualmente, hay negocios que desde el inicio tienen modelos inviables, que por falta de una comprensión de sus finanzas, destruyen patrimonio y años de vida del emprendedor. 

  1. Hacer compras innecesarias “para bajar los impuestos”

(aka: mejor gastar que pagarle a hacienda)

Esto lo vemos mucho en negocios que generan mucho flujo de caja, o en actividades lucrativas de profesionales independientes. Por ejemplo, un doctor, que maneja su consultorio, y le carga el leasing de un automóvil de más de $100.000. El doctor terminará pagando 2 veces el valor del auto, y al final de los 8 años, el activo tendrá un valor menor al 25% del precio de compra. Esto sin tomar en cuenta que este carro estará parqueado la mayor parte del día, mientras el doctor trabaja. 

Con un poco de educación en el manejo adecuado del dinero, podría haber usado ese dinero en una inversión que multiplicara su valor.  Por ejemplo, comprar un auto de $30K y cambiarlo cada 5 años, pagar los impuestos correspondientes, y usar la diferencia en invertir $600 al mes. El resultado sería que  en el  largo plazo el doctor podría haber acumulado entre uno y dos millones de dólares para su retiro… solamente con un uso distinto de la inversión que iba a hacer en ese carro.  

  1. No tener un asesor fiscal especialista en impuestos 

(aka: a mi no me va a pasar)

Cada vez que me siento con un emprendedor y me indica que tiene un problema con hacienda por el iva o impuesto de renta  y le pregunto: quien es su asesor fiscal?  el 100% me indica que no tiene y que además tiene una pésima comunicación con su contador, a quien considera un mal necesario. 

Si invertimos en una empresa, debe ser para que crezca y se haga próspera. Por lo tanto, debemos estar listos para recibir mucho dinero, sin riesgos, sin contingencias con Hacienda, ni con la CCSS, ni con nadie. El emprendedor exitoso planea para ganar, en grande y vivir con paz. 

  1. No tener un frasco de impuestos

(aka: ahí vemos cómo hacemos)

Cada vez que una persona me indica que tiene atrasado pagos con hacienda mi pregunta es ¿cómo es posible, si usted recauda este dinero?

Desde un principio sabe que ese dinero no es suyo, ¿por qué lo usó? En todos estos casos, volvemos al error del presupuesto, y del uso intencional de los ingresos. 

Masterkit es el programa que complementa a los buenos emprendedores. 

Muchos emprendedores y empresarios nos preguntan si nuestro Programa Master Kit es únicamente de finanzas personales o también puede ser aplicado a sus negocios.

La respuesta es SÍ. Es ideal para emprendedores y empresarios que quieren ser libres financieramente, y no esclavos de sus propios negocios. El emprendedor aprende las herramientas y el mindste para poner el dinero y a sus empresas a trabajar en función de sus sueños. 

Comenzá hoy a diseñar la vida que deseas.

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Por tu libertad, 

– Mari, Gus, Inti y el equipo de Liber.

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